viernes, 5 de noviembre de 2021

3Relato, 7Pulgarcito, VVela

Para finalizar, os presentamos nuestro relato literario: Meñique. Una adaptación literaria de la historia de Pulgarcito de Charles Perrault.


Hace mucho tiempo, en un bosque muy lejano vivía una familia muy peculiar. Todo el mundo los conocía porque tenían siete hijos, de los cuales uno de ellos destacaba por ser el más pequeño de los siete hermanos [1]. Tanto que decidieron llamarle Meñique. Este era el más inteligente pero a la vez muy pícaro y astuto [2] como podremos ver al final de la historia. 


Una noche fría de invierno, Meñique se despertó, y detrás de la puerta pudo escuchar una conversación de sus padres. Decían que eran pobres y no podían mantener a todos sus hijos, eran demasiados y lo mejor para la familia era abandonarlos a todos [3]. Entonces Meñique  se asustó y empezó a pensar un plan… 


A la mañana siguiente, el padre les dijo a sus hijos que le acompañaran a por leña ya que estaban en invierno y hacía mucho frío en la casa. Se adentraron en el bosque y Meñique, que ya sabía lo que iba a pasar, se quedó el último para dejar migas de pan [4] y así saber el camino de regreso a casa. Cuando los niños estaban despistados jugando, el padre aprovechó para desaparecer como un miserable [5], dejándolos completamente solos. 


Pasados unos minutos, vieron que su padre no estaba y se dieron cuenta de que eran niños perdidos [6] por el bosque,  ya que las migas de pan que Meñique había dejado por el suelo, los pájaros y animales del bosque se las habían comido y ya no había vuelta atrás. Los árboles eran tan grandes que les impedía ver a lo lejos. Fue una lástima, que en esta ocasión no hubiese otra campanilla [7] que les salvara. 


Desesperados y sin saber qué hacer, decidieron emprender su camino mientras lloraban desolados. A lo lejos divisaron una tenue luz que les dio esperanzas. Vieron una casa a lo lejos, ellos pensaban que habían llegado a casa pero… una vez allí, pensaron que esa casa era un tanto extraña. 


Llamaron a la puerta y les recibió una mujer y sus siete hijas todas vestidas de verde [8]. La mujer amablemente les atendió, ofreciéndoles hospitalidad. Pero todo no fue tan sencillo. En la casa vivía también un ogro llamado Shrek [9], al que le gustaba mucho la carne humana. 


La mujer les invitó a pasar. Les explicó que si se quedaban tenían que estar escondidos y en silencio, porque si Shrek los veía se los comería de un bocado, le gustaba mucho comer niños. La mujer escondió a los siete hermanos en una habitación para que pudieran pasar la noche pero no les aseguraba salir vivos de allí. 


Pasadas unas horas y todos ya en la cama el ogro llegó a casa. En busca de la cena se dio cuenta del olor extraño que venía de una habitación donde no solía entrar nadie. Shrek se dispuso a subir, cuando la mujer  se interpuso con una bandeja llena de comida que ignoró de todas formas. Continuó subiendo las escaleras en busca de aquel extraño aroma. Abrió la puerta con todas sus fuerzas y allí estaban las siete hijas del ogro. Estaba a oscuras y al no apreciar sus rostros, tenía tanta hambre que no se dió cuenta que eran sus hijas y de un bocado se las comió. 


Meñique fue muy astuto y poco antes de que subiera el ogro, cambió a las siete  hijas de habitación, y él junto con sus hermanos se quedaron en la preciosa habitación de las ogritillas.


Escucharon al ogro comerse a sus hijas, y en ese momento,  los siete hermanos no sabían cómo salir de aquella casa vivos. ¡¡¡Aquí nadie se salva!!! [10], dijo Meñique. Tenían miedo y se sentían solos. Querían volver a su casa. 


De pronto apareció un pequeño ratón, llamado Stuart [11], en la habitación. Les tranquilizó y les dijo que se conocía la casa de la ciénaga, que no se preocupasen que les sacaría de allí antes de que se los comieran como se comió Saturno a su hijo [12]. A media noche les llevó a una habitación escondida llena de oro, allí había una llave que abría una puerta  que  les sacaría directamente al exterior. 


Stuart de lejos escuchó como sanos y salvos consiguieron salir con el oro mientras cantaban felices: “Pachín, Pachin, Pachin” mucho cuidado con lo que hacéis pachín pachín pachín llenos de oro nos veréis [13]

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Referencias del texto:

[1] Película de Blanca nieves y los 7 enanitos. 

[2] Libro del Lazarillo de Tormes. 

[3-4] Libro de Hansel y Gretel.

[5] Los Miserables.

[6-7] Película de Peter Pan. 

[8] La mujer de verde 

[9] Película de Shrek

[10] Canción Nadie se salva de Miki Nuñez

[11] Película de Stuart Little

[12] Cuadro de Saturno devorando a su hijo

[13] Canción Pachín Pachín de Pulgarcito.


En cuanto al relato multimodal, se ha utilizado la misma historia para el relato literario como para el audiovisual, siendo el segundo una adaptación en teatro de sombras. ¡Esperamos que os guste!




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