miércoles, 10 de noviembre de 2021

CRelato, 5Patitofeo, VISoler , AmaliaCliment, AliciaNavarro, RebecaMartínez, ÁngelaTriguero

Relato literario.

La vida en el estanque de Central Park.


Érase una vez una oca loca (1) que vivía en un estanque situado en Central Park muy cerca de la estatua de Christian Andersen (2). Esta oca era muy pero que muy despistada, cada día ponía un huevo en un sitio diferente y eso hacía que las demás aves del estanque estuvieran muy enfadadas con ella. 


La oca loca deseaba ser madre, así que se dispuso a incubar sus huevos durante un largo tiempo. Ella se sorprendió al ver su nido, ya que eran huevos de tamaños muy distintos, incluso de colores desiguales, pero sintió que jamás podría dejar a sus bebés de lado. 


Pasado un tiempo, las cáscaras de los huevos empezaron a resquebrajarse. Para la sorpresa de la oca loca eran aves totalmente diferentes, lo cierto es que ella reconocía a cada una de las especies. Eso no fue un problema para ella porque había estado incubándolos mucho tiempo y ya los consideraba sus hijitos e hijitas. La oca paseaba todos los días presumiendo de todos los patitos. 


Matilda (3) era la más diferente a todos, la más pequeña pero la más valiente, ella sentía que no encajaba en aquella familia, y por eso muy pronto decidió volar libre y vivir junto con las aves que más se parecían a ella. Donald (4) era el más hablador, tenía una voz peculiar que hacía que sacara de quicio a todos los que estuvieran más de 5 minutos con él. Era el más positivo pero al que más rápido se le acaba la paciencia. Bea (5) era una patita muy muy diferente, se podría decir que la más diferente de entre todos los hermanos, destacaba por ser la más grande y despeluchada. A la pobre Bea la conocían como "Bea la fea".


Bea, Matilda, Donald y todos los hermanos patitos iban al colegio que estaba en el árbol más grande que había en todo el parque. La realidad es que Bea no tenía muchos amigos, excepto Dumbo (6), un elefantito que volaba con sus alas y subía a las ramas más altas para ir a clase con los demás. A Dumbo le encantaban las aves, por eso él sabía que Bea era una pequeña cisne y que por ello a lo largo de su vida, como si hubiese ido a cámbiame (7) o como si se tratase de una gran metamorfosis (8), se convertiría en una preciosa cisne adulta. Por ello él siempre la llamaba "mi pequeña Swarovski (9)".


Cuando pasaron dos años Bea era tan espectacularmente bella que todas las personas que pasaban por ese estanque tenían que pararse a contemplarla. Incluso llegó a ser la protagonista del gran ballet de El Lago de los Cisnes (10) que se estrenó en París durante la pandemia. La gran cisne acabó por completo con el mote con el que había sufrido tanto de pequeña.



(1) Fuertes, G (1978) “La oca loca”

(2) (1956). Estatua de Hans Christian Andersen con un pato en Central Park.

(3)  Dahl, R. (1988). “Matilda”

(4) Personaje pato Donald

(5) Grundy Producciones. (2006). “Yo soy Bea”

(6) Aberson, H. (1939). “Dumbo”

(7) Cámbiame (2015)

(8) Kafka, F. (1915). “La Metamorfosis”

(9) Swarovski (1949)

(10) Chaikovski, P. I. (1877). “El lago de los cisnes”




En cuanto al relato multimodal hemos utilizado una representación teatral creada por las integrantes del grupo. Esta representación está basada en cuatro ancianas que, como cada día, se juntan en las calles de su pueblo haciéndose compañía unas a otras y chismorreando sobre las vidas de ellas y de los demás.

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