viernes, 29 de octubre de 2021

3Relato, 8Sirenita, IVMiras

 RELATO LITERARIO:


Había una vez, una chica a la que le encantaba el mar y vivía en él, la sirenita Ariel. Estaba siempre rodeada de sus amigos los peces y todos los habitantes del mar. Y vivía junto a sus seis hermanas. Siempre le había parecido curioso que fueran siete. Como Blancanieves y los siete enanitos, o como los siete cabritillos y el lobo feroz.

Un buen día, decidió emprender un viaje. Lo que no sabía era que este estaría repleto de aventuras y viejos amigos.


¿Y cómo empezó esta aventura? Os preguntaréis. Pues bien, una mañana como cualquier otra, Ariel salió del castillo a dar un paseo, junto a su amigo Luca, en busca de objetos perdidos, su hobbie preferido. Le pareció ver algo que brillaba escondido entre la arena del fondo marino, por lo que decidió acercarse.

Para su sorpresa, el objeto brillante era un zapato de cristal que le resultaba extrañamente familiar. Lo guardó en su bolsa y siguió su camino.


Volvió a casa y encontró a las puertas del castillo a Jero el Zapatero. Curiosa por el zapato que había encontrado, decidió preguntarle si a él también le resultaba tan familiar.

Nada más sacarlo, Jero supo identificar a su dueña. ¡Era el zapato de la Cenicienta y Ariel debía devolvérselo!


Rápidamente, la Sirenita recogió sus cosas y empezó a planificar su viaje al mundo humano. ¡Tanto tiempo escribiendo en su diario de sirena la ilusión que le hacía subir a la superficie y por fin lo iba a conseguir!

Lo primero de todo era conseguir un par de piernas, por lo que fue a ver a la Bruja del Mar:

  • Me recuerdas a Diana de Temiscira, siempre queriendo salir al mundo exterior.

Toma, con esta poción conseguirás tus piernas. Pero, ¡ten cuidado! Dura sólo siete días. Al octavo día, volverás a tener cola de sirena.

  • ¡Muchas gracias! Llevaré cuidado. - Dijo la Sirenita.

Una vez conseguidas las piernas, ya podía emprender su viaje. Cogió sus cosas y salió a la playa dispuesta a encontrar a la Cenicienta para darle su zapato.


Nada más salir del agua se encontró con Rapunzel. La sirena se acercó a preguntarle si sabía hacia dónde debía ir para llegar al castillo de Cenicienta, y esta, muy amable, le indicó el camino. Ariel, muy agradecida, se despidió de la princesa y empezó su aventura.


Llevaba un rato andando cuando de repente se encontró con una pareja de enamorados a los que se acercó a preguntar interrumpiendo su velada romántica. Eran Romeo y Julieta y de forma temerosa, debido a su relación prohibida, le dijeron que no sabían nada de la princesa. Ariel les dió las gracias y continuó su camino.


La sirena, preocupada por no encontrar a la dueña del zapato, decidió adentrarse en el bosque. No había caminado más de cinco minutos cuando se encontró con una pequeña casa.

Decidió llamar a la puerta para pedir ayuda, y del interior salió un ogro que, enfadado, le dijo:

  • ¿Quién eres tú y a qué has venido a mi ciénaga?

  • Soy Ariel, y estoy buscando a Cenicienta para devolverle su zapato. ¿Sabes dónde puedo encontrarla? - dijo la sirena.

  • El castillo de Cenicienta está muy lejos, y el camino es muy peligroso. Yo tengo que ir a buscar a otra princesa, Fiona, si no me molestas mucho, podemos ir juntos - dijo el ogro.

  • ¿En serio? ¡Me harías un favor grandísimo! Tranquilo, no te molestaré - exclamó agradecida la Sirenita.


Juntos, siguieron recorriendo las entrañas del bosque cuando se encontraron con un conjunto de estatuas que les llamaron mucho la atención. Había una de una sirena muy parecida a Ariel, una de Poseidón y otra de Anfítrite, la reina del mar.

A la princesa le pareció curioso que en la superficie hubiera sirenas hechas con piedra pero no podía perder tiempo, debía seguir su camino. Justo antes de partir, Shrek divisó entre la maleza los escombros de una antigua estatua y entre ellos, una placa la cual debía pertenecer anteriormente a la estatua con un nombre inscrito: “Lira”. 


Así pues, Ariel retomó junto a su hediondo acompañante la travesía, sin dejar de darle vueltas al encuentro con sus iguales de piedra y a la estatua derruida de Lira, otra de las hijas de la reina del mar, encargada de asesinar al príncipe de los humanos para así evitar la muerte del reino de las sirenas. Esta historia le daba mucho miedo de pequeña y no le gustaba recordarla.


Ya se iba acercando el séptimo día y aún no había llegado al castillo de la Cenicienta y, teniendo en cuenta que tenía que realizar el camino de vuelta, la princesa temía no llegar al mar para el octavo día. Con ese pensamiento, Ariel comenzó a llorar lamentándose de que tendría que pasar el resto de su vida arrastrándose como un pez en la tierra, cuando de repente, Shrek le agarró y le dijo: 

  • ¡Ariel! Deja de llorar, ¡ya has llegado! Te tengo que dejar aquí, yo me voy a por Fiona. ¡Ánimo!


Ariel se limpió las lágrimas de los ojos y tocó al portón del castillo. Abrió la guardia real y les comunicó lo que sucedía, con lo que estos le llevaron frente a la Cenicienta. En el camino hasta los aposentos los guardias le comentaron que esta llevaba varios días sin salir de la cama ya que había perdido su zapato.

Una vez con ella, la princesa del mar sacó el zapato de cristal, ya seco y limpio de algas, y se lo colocó a la Cenicienta. Ariel no se imaginaba cuánto se lo iba a agradecer la Cenicienta, que le abrazó con tanta fuerza que pensó que se le iba a salir su cola de sirena de un plumazo. 


Había concluido su misión, pero ya era el séptimo día y no le daba tiempo a volver al mar, con lo que pensaba en ir buscando algún estanco para pasar el resto de sus días. Cuando le comentó esto a la Cenicienta, la princesa le dijo que de ninguna manera, que le dejaría una carroza con sus caballos más veloces para que llegase en un santiamén.


Y así fue, en menos de un día Ariel estaba ya de nuevo en la playa, acompañada por la Cenicienta para despedirse. En pisar el mar, la cola de sirena volvió en ella, y se sumergió poco a poco hacia las profundidades agradeciendo todos los amigos que había hecho y la aventura que había podido vivir.


FIN

Por último, nuestro relato audiovisual ha sido un teatro de sombras que podréis ver en el siguiente enlace: 
https://www.youtube.com/watch?v=vfciaXZB76I 


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