La Nueva Cenicienta
Anastasia era una niña de 17 años, era divertida, soñadora, trabajadora y educada. Tenía una vida normal como cualquier niño o niña de su edad, iba al instituto y lo compaginaba con sus clases de danza y teatro, pues su gran sueño era ser bailarina y actriz.
Vivía en un pueblo con su padre, su madrastra Mónica y dos hermanastras, Carla y Marta. Llevaban mucho tiempo juntos, la madre de Anastasia murió cuando ella apenas tenía 3 años…
Aparentaban ser una familia feliz, donde rebosaba la alegría y el amor. Pero todo esto cambió tras una trágica noticia, el padre de Anastasia tuvo que coger un vuelo por trabajo hacia Argentina, estando allí tuvo un accidente de coche y murió.
Fue una noticia muy dura para ella e intentó apoyarse en su madrastra, pero fue ahí donde se dió cuenta que algo no iba bien.
Tanto la madrastra como las hermanastras comenzaron a hacerle desprecios a Anastasia y cuando ella necesitaba ayuda no dudaban en negársela,
Todo esto se agravó cuando un día la madrastra decidió sacar a Anastasia del instituto, diciéndole que hacía falta el dinero en casa y que a sus otras hijas no las sacaría ya que prometían tener un futuro más brillante que ella. Algo que no era así, pues Marta y Carla no querían estudiar, pero su madre las obligaba para que estuviesen por encima de Anastasia.
A la pobre niña no le quedó otra que aceptarlo, dejar sus estudios y comenzar a trabajar en una fábrica de zapatos, por esto también se vio obligada a dejar sus clases de teatro y danza, lo único que la hacía feliz en ese momento de su vida.
Anastasia estaba viviendo una mala época de su vida, no tenía con quien desahogarse pues a sus dos mejores amigas apenas las veía desde que había dejado el instituto, la única manera que tenía para evadirse de su dolor, era bailando. Cuando llegaba del trabajo se encerraba en su habitación y comenzaba a bailar y grabarse con su móvil.
Un día aparecieron sus amigas por casa, daban una gran fiesta en su ciudad y querían que fuese para estar las tres juntas. Su madrastra no la dejaba ir, pero Anastasia la misma noche de la fiesta se escapó y fue a divertirse con sus amigas. Estando allí vio a sus hermanastras entrar por la puerta, por lo que no le quedó otra que irse corriendo a casa, si la veían y se lo decían a su madre sería peor. En el camino a casa se le cayó el móvil del bolsillo, pero no se dió cuenta hasta la mañana siguiente cuando Carla entró gritando a su habitación despertándola, diciéndole que la estaban buscando.
Al bajar al salón vio a una mujer de pie hablando con Mónica y llevaba su móvil en la mano, no se habían dado cuenta quien era pero Anastasia nada más verla la reconoció, era Isabel una famosa bailarina española. Esta les comentó que había encontrado el móvil en la calle y que para poder dar con su dueña/o entró en la galería del móvil donde vio los bailes de Anastasia. Quedó encantada y le propuso que se fuese con ella a dar clases ya que veía en ella mucho potencial y un futuro brillante. Como era de esperar Mónica se negó y por más que insistió no la dejó irse.
Anastasia siguió con su dura vida, con la que no era feliz. Pasaron 5 meses y llegó su cumpleaños, cumplía 18 años ya era mayor de edad y ese mismo día decidió cambiar su vida. Contacto con Isabel, quien se seguía acordando de ella, para ver si la oferta que le hizo seguía en pie, no dudó en decirle que sí y Anastasia tampoco dudó en hacer las maletas e irse a Madrid a recibir clases.
Mónica y sus hijas intentaron buscarla y hacer que regresara a casa, pero fue imposible.
3 años después la madrastra y sus hijas estaban paseando por las calles de Madrid, cuando de momento se encontraron de frente con un gran cartel donde aparecía la foto de Anastasia como la protagonista del prestigioso musical “La Cenicienta”.
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