Relato literario por el grupo "100 años de Facultad". Hiperenlace para ver:
Genially. (2021, 29 de octubre). Relato literario.
https://view.genial.ly/617be79ba36e360e0391e925/interactive-content-infografia-basica
Por si este enlace no se pudiera ver correctamente, presentamos en texto a continuación:
Había una vez un rey, el cual tenía forma de león debido a un hechizo. Sus tres hijos, desesperados, ya no sabían qué hacer para curarle. Un día, mientras paseaban apenados por el jardín de palacio, una anciana de ojos vidriosos y de cabello blanco se les acercó.
– Hola chicos, me llamo Gerde y sé que os preocupa la salud de vuestro padre. Creedme cuando os digo que lo único que puede sanarle es la manzana roja. Id a buscarla y que coma de ella si queréis que recupere su forma humana.
– ¿Y dónde podemos conseguirla? – preguntaron a la vez.
– Perdonad mi negativismo pero debo deciros que es muy difícil de encontrar, tanto que hasta ahora nadie ha logrado llegar hasta ella.
– ¡Venga, me voy en seguida a buscarla! – dijo el hermano mayor; Adam, pensando que si sanaba a su padre, sería él quien heredaría la corona.
Entró en la ciénaga, silbó a su acompañante de viaje, Burro, y se adentraron los dos en el bosque. En mitad del camino, tropezaron con una liebre que les hizo frenar en seco.
– ¿A dónde vais? – dijo la liebre con voz seria
– ¿A ti que te importa? ¡Apártate de mi camino, liebre estúpida!
La liebre se sintió ofendida y los siguió para indicarles el camino, desviándolos hacia las montañas. El hijo del rey se desorientó y se quedó atrapado en un acantilado del que era imposible salir.
Viendo que su hermano no regresaba, el mediano de los hijos decidió ir a por la manzana roja, deseando convertirse también en el futuro rey. Siguió la misma ruta a través del bosque y también se vio sorprendido por la curiosa liebre.
– ¿A dónde vas? – le preguntó con su voz seria.
– ¡A ti te lo voy a decir, liebre preguntona! ¡Lárgate y déjame en paz!
La liebre se apartó y, enfadada, le hizo lo mismo que a su hermano: le desvió hacia el profundo acantilado entre las montañas, de donde no pudo escapar.
El hijo menor del rey estaba preocupado por sus hermanos. Los días pasaban, ninguno de los dos había regresado y su padre debía recobrar su forma humana cuanto antes. Sintió que tenía que hacer algo y partió a probar fortuna. La liebre del bosque se cruzó, cómo no, en su camino.
– ¿A dónde vas? – le preguntó con cara de curiosidad.
– Voy en busca de la manzana roja para volver a darle forma humana mi padre, el rey, aunque lo cierto es que no sé a dónde debo dirigirme.
¡La liebre se sintió feliz! Al fin le habían tratado con educación. Miró a los ojos al joven y percibió que era un hombre de buen corazón.
– ¡Yo te ayudaré! Conozco el lugar donde puedes encontrar la manzana roja. Tienes que ir al jardín del castillo encantado porque allí está el árbol que buscas.
– ¡Oh, gracias! Pero… ¿Cómo puedo entrar en el castillo, si como dices, está encantado?
La liebre metió la mano en el bolsillo y sacó unos tacones rojos.
– Ten, esto es para ti. Cuando llegues a la puerta del castillo, ponte los tacones rojos y se abrirá. Tienes que darte prisa en coger la manzana roja del árbol , pues a las doce de la noche las puertas se cerrarán para siempre y, si todavía estás dentro, te convertirás tú en un león.
El hijo del rey dio las gracias a la liebre por su ayuda y se fundieron en un fuerte abrazo de despedida. Partió muy animado y convencido de que, tarde o temprano, encontraría la manzana roja. Caminó sin descanso durante días y por fin, divisó el castillo encantado.
Cuando estuvo frente a la puerta, hizo lo que la liebre le había indicado. Se puso los tacones rojos la enorme puerta se abrió. Entró en el castillo y al llegar a las puertas del gran salón, las derribó. Allí, sentada, estaba una hermosa princesa de ojos tristes. Tiana, como así se llamaba, llevaba mucho tiempo encerrada por un malvado encantamiento.
– ¡Oh, gracias por liberarme! ¡Eres mi heroe! – dijo besándole en los labios – Imagino que vienes a buscar la manzana roja ¡Corre, no te queda mucho tiempo! Ve hacia el árbol que hay en el jardín, junto a las arenas movedizas. Yo te esperaré aquí. Si vuelves a buscarme antes de un año, seré tu esposa sino moriré.
El muchacho la besó y salió de allí ¡Se había enamorado a primera vista! Recorrió a toda prisa el jardín y… ¡Sí, allí estaba el ansiado árbol! Llenó un cesto con manzanas rojas y salió a la carrera hacia la puerta. Faltaban segundos para las doce de la noche y justo cuando cruzó la frontera, la inmensa puerta se cerró a sus espaldas.
Ya de vuelta por el bosque, la liebre apareció de nuevo ante él. El joven volvió a mostrarle su profundo agradecimiento.
– ¡Hola, amiga! ¡Gracias a tus consejos he encontrado el árbol de las manzanas rojas! Voy a llevárselas a mi padre.
– ¡Estupendo! ¡Me alegro mucho por ti!
Pero de repente, el joven bajó la cabeza y su cara se nubló de tristeza.
– Mi única pena ahora es saber dónde están mis hermanos…
– ¡A tus hermanos les he dado un buen merecido! Se comportaron como unos maleducados y egoístas. Espero que hayan aprendido la lección. Les condené a quedarse atrapados en los acantilados de las montañas, pero al final me dieron pena y les dejé libres. Les encontrarás a pocos kilómetros de aquí, pero ándate con ojo ¡No me fio de ellos!
– Eres muy generoso… ¡Gracias, amiga! ¡Hasta siempre!
Reanudó el trayecto y tal y como le había dicho la liebre, encontró a sus hermanos vagando por el bosque. Los tres juntos, regresaron al castillo. Allí se encontraron una escena muy triste: su padre estaba a punto de saltar de la torre, no podía aguantar más siendo un león.
¡No había tiempo que perder! El hermano pequeño corrió a darle la manzana roja. En cuanto se la comió, el rey recuperó su forma humana. Abrazó a sus hijos y se fueron a cenar los 4 felices y sabiendo que su padre había logrado volver a su forma humana gracias a su esfuerzo.
Esa noche, la familia al completo se reunió en torno al lago. El pequeño de los hermanos aprovechó el momento para relatar todo lo que le había sucedido. Les contó la historia de la liebre, del castillo embrujado y de cómo había liberado de su encantamiento a la princesa Tiana. Al final, les comunicó que debía volver a por ella, pues le esperaba impaciente para convertirse en su esposa.
Sus dos hermanos mayores se morían de envidia. Gracias a él, su padre estaba curado y encima se había ganado el amor de una hermosa heredera. Cada uno por su lado, decidieron adelantarse a su hermano. Querían llegar al castillo cuanto antes y conseguir que la princesa se casara con ellos.
Mientras tanto, ella aguardaba nerviosa al hijo pequeño del rey. Mandó a sus criados poner una alfombra de oro desde el bosque hasta la entrada de palacio y avisó a los guardianes que sólo dejaran pasar al caballero que viniera caminando por el centro de la alfombra.
El primero que llegó fue el hermano mayor, que al ver la alfombra de oro, se apartó y dio un rodeo para no estropearla. Los soldados le prohibieron entrar.
Una hora después llegó el hermano mediano. Al ver la alfombra de oro, temió mancharla de barro y prefirió acceder al palacio por un camino alternativo. Los soldados tampoco le dejaron pasar.
Por último, apareció el pequeño. Desde lejos, vio a la princesa en la ventana y fue tan grande su emoción, que cruzó veloz la alfombra de oro. Ni siquiera miró al suelo, pues lo único que deseaba era rescatarla y llevársela con él. Los soldados abrieron la puerta a su paso y la princesa le recibió con un largo beso de amor.
Y así termina la historia del joven valiente de buen corazón que, con la ayuda de una liebre del bosque, devolvió la forma humana a su padre, encontró a la mujer de sus sueños y se convirtió en el nuevo rey.
“Había una vez un rey, el cual tenía forma de león debido a un hechizo.”, aquí se hace referencia al león de las Crónicas de Narnia, así como al hechizo de Shrek que le hace cambiar su apariencia debido a dicho hechizo.
“– Hola chicos, me llamo Gerde y sé que os preocupa la salud de vuestro padre. Creedme cuando os digo que lo único que puede sanarle es la manzana roja.” , aquí hacemos referencia con el nombre de Gerde a la hechicera que aparece en Memorias de Idhún, así como a la manzana roja que aparece en Blancanieves.
“– ¡Venga, me voy en seguida a buscarla! – dijo el hermano mayor; Adam, pensando que si sanaba a su padre, sería él quien heredaría la corona.”, aquí hacemos referencia al príncipe de la Cenicienta llamado Adam.
“Entró en la ciénaga, silbó a su acompañante de viaje, Burro, y se adentraron los dos en el bosque. En mitad del camino, tropezaron con una liebre que les hizo frenar en seco.”, aquí se hace referencia a la ciénaga y a Burro de la película Shrek, además de a la liebre que aparece en Adivina cuánto te quiero.
“La liebre metió la mano en el bolsillo y sacó unos tacones rojos.”, aquí hacemos referencia a los tacones rojos que aparecen en el Mago de Oz.
“…pues a las doce de la noche las puertas se cerrarán para siempre y, si todavía estás dentro, te convertirás tú en un león.”, aquí hacemos referencia al hechizo que ocurre a partir de las 12 de la noche y que transforma a la Cenicienta.
“Allí, sentada, estaba una hermosa princesa de ojos tristes. Tiana, como así se llamaba, llevaba mucho tiempo encerrada por un malvado encantamiento.”, aquí se hace referencia a Tiana, protagonista de la Princesa y el Sapo.
“Yo te esperaré aquí. Si vuelves a buscarme antes de un año, seré tu esposa sino moriré.”, aquí hacemos referencia a la Sirenita puesto que si el príncipe no se casaba con ella, moriría.
Relato audiovidual por el grupo "100 años de Facultad". Hiperenlace para ver:
Candela, J. P. M. (2021, 19 octubre). Relato audivisual [Vídeo]. YouTube.
https://www.youtube.com/watch?v=xVgz1MmwoQY&feature=youtu.be
Por si este enlace no se pudiera ver correctamente, presentamos en texto a continuación:
Érase una vez, en un pueblo muy lejano, vivía una princesa amante de los animales. Como no le gustaba vivir en palacio, alquiló una casita en el centro que compartía con su ratón, Gero, y su perrito, Señor Tumnus. Fiona, que así se llamaba, estaba muy preocupada porque su perrito llevaba dos días desaparecido. Así que una mañana lluviosa partió en su búsqueda.
Comenzó por el pueblo, no lo encontró, después volvió a su antigua casa (el palacio real) y no lo halló, así que marchó al bosque. Sobre unas hierbas frescas estaba el Señor Tumnus en lo que parecía ser un sueño profundo. Quizá llevaba allí todo el tiempo. Preocupada por el bienestar de su amigo intentó despertarlo, pero fue en vano. Fiona cogió a su amigo y lo llevó a casa. Pidió a Gero que cuidara del Señor Tumnus mientras ella comenzaría su viaje a ciudad Esmeralda para encontrar remedio y salvar a su perrito.
Ese mismo día partía hacia Esmeralda donde halló a Sora, el boticario. Fiona le explicó lo ocurrido; posiblemente era veneno de sapo. Sora dio entonces a la chica unas instrucciones para buscar los ingredientes para fabricar el antídoto que salvaría la vida de su amigo.
Ella debía buscar en el bosque retorcido una rosa que crecía dentro de una urna de cristal y, además, una flor azul de espinas rojas. Después, debería marchar hacia Copenhague para conseguir escamas de pez y, por último, iría a la torre del castillo para conseguir un pelo rubio de dos metros.
Para ayudarla en su odisea, Sora le dio un anillo con una serpiente el cual le indicaría el camino. También una llave, que según el boticario le haría falta.
Fiona comenzó su viaje. El anillo le marcaba la dirección a modo de brújula. En ese momento vio mariposas con sus preciosas alas y Fiona se quedó prendada de ella. La más bella se posó sobre un cristal: ¡era la primera flor! Nerviosa y llena de alegría comenzó a cantar: -ay ho, ay jo, yo voy a rescatar, a mi perrito a mi perrito, ay ho, ay ho-. Ahora tocaba la segunda flor: -flor azul espinas rojas flor azul espinas rojas, ¡esto sería más fácil si no fuera daltónica!-. El anillo le marcaba ahora en dirección contraria, Dinamarca. Era un país muy bello pero frío. Fiona se encontró con una danesa quejándose por el mal tiempo - el frío a mi nunca me molestó- fue la respuesta de nuestra protagonista.
Se dirigió hacia el puerto donde vio a una preciosa chica pez tomando el sol. Fue muy amable y enseguida se hicieron amigas. La sirenita contó que sufría mucho por amor porque llevaba siglos esperando a su chico, quien no regresaba. Ella le entregó a Fiona una de sus escamas para que así la recordara. Nada más tocar la escama, el anillo volvió a darle una nueva dirección: la torre del castillo.
Apresuradamente se dirigió hacia ella. Por suerte, encontró una escaleras para acceder a las alturas, pero una vez allí, un nuevo reto la aguardaba: la puerta de la cámara estaba cerrada. Recordó entonces la llave que Sora le había entregado. Por fin podía entrar. Allí se encontraba el pelo largo y rubio.
Contenta y bailando, retomó hacia Esmeralda donde Sora preparó el antídoto para el Señor Tumnus. Solo quedaba dárselo a su perro y que este se curara y despertara.
Regresó a casa y se lo dio a su perrito. Tumnus despertó casi de inmediato y miró a Fiona con el amor más grande que puede existir en este mundo. Por la alegría, Fiona comenzó a cantar: esto es amooor del bueno, esto es amooor, lo séééé.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
Referencias e intertextos con la constelación multimodal:
“alquiló una casita en el centro que compartía con su ratón, Gero”. Gero es el nombre acortado del ratoncito Gerónimo Stilton.
“, y su perrito, Señor Tumnus.” Hace referencia al libro de Las Crónicas de Narnia: El León, La Bruja y El Armario. Uno de los protagonistas secundarios y amigo de Lucy Pevensie.
“ Fiona, que así se llamaba,” “después volvió a su antigua casa (el palacio real)” Fiona es la protagonista de la película de Shrek, y en el cuento sigue siendo una princesa, por ese motivo se comenta como palacio real.
“mientras ella comenzaría su viaje a ciudad Esmeralda para encontrar remedio y salvar a su perrito.” Ciudad Esmeralda es como se llama la ciudad de Mago de Oz.
“Ese mismo día partía hacia Esmeralda donde halló a Sora, el boticario.” Sora es el nombre del protagonista del videojuego de Kingdom Hearts.
“Fiona le explicó lo ocurrido; posiblemente era veneno de sapo” se hace referencia al cuento La Princesa y el Sapo.
“bosque retorcido una rosa que crecía dentro de una urna de cristal” en La Bella y la Bestia encontramos esa flor dentro de una urna de cristal.
“además, una flor azul de espinas rojas.” La flor azul de espinas rojas es una flor que debe buscar Asno en la película de Shrek.
“debería marchar hacia Copenhague para conseguir escamas de pez” aquí se hace referencia a la escultura de La Sirenita que hay en Copenhague.
“iría a la torre del castillo para conseguir un pelo rubio de dos metros.” intertexto con el cuento de Rapunzel.
“Sora le dio un anillo con una serpiente el cual le indicaría el camino” en Memorias de Idhún Kirtash le regala a Victoria su anillo llamado Shiskatchegg (ojo de la serpiente) que la ayuda durante su historia.
“También una llave, que según el boticario le haría falta.” referencia a la llave que Sora lleva siempre consigo.
“vio mariposas con sus preciosas alas y Fiona se quedó prendada de ella.” Intertexto con Orejas de Mariposa.
“ Nerviosa y llena de alegría comenzó a cantar: -ay ho, ay jo, yo voy a rescatar, a mi perrito a mi perrito, ay ho, ay ho-.” parte de la letra que cantan los Siete enanitos de Blancanieves
“ Ahora tocaba la segunda flor: -flor azul espinas rojas flor azul espinas rojas, ¡esto sería más fácil si no fuera daltónica!-” Asno de la película de Shrek comenta de forma literal esa frase.
“danesa quejándose por el mal tiempo - el frío a mi nunca me molestó- fue la respuesta de nuestra protagonista.” parte de la canción “Suéltalo” de la película de Frozen, el Reino de Hielo.
“La sirenita contó que sufría mucho por amor porque llevaba siglos esperando a su chico, quien no regresaba” referencia al cuento clásico de La Sirenita en el cual nunca recibió el amor de su amado.
“Por la alegría, Fiona comenzó a cantar: esto es amooor del bueno, esto es amooor, lo séééé.” Parte de la canción de “Eso es amor” de la película Encantada.
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