La Reina de las Nieves
Aquí os presentamos nuestro relato creado con mucho cariño. ¡Esperemos que os guste! También podéis ver y leer el cuento en el siguiente enlace mediante una presentación powerpoint.
El despertar de Kai copia.pptx
RELATO
No hace mucho tiempo, había un niño (1)que no se sentía feliz como los demás niños y niñas de su edad. ¿Por qué me siento así? ¿Por qué no encajo con nadie? Por mucho que lo pensaba, no conseguía entenderse a sí mismo.
El invierno se acerca (2) y con ello el niño se sentía más triste de lo normal. Había tenido un día difícil en el colegio porque sus compañeros de clase se habían metido con él. Era un niño más bien solitario.
Aquella noche cenó poco y su madre preocupada le preguntó: -¿Estás bien hijo? y el niño le respondió. - Sí mamá. Sólo estoy un poco cansado. Si no te importa, voy a subir a mi habitación. Buenas noches.
Kai, se detuvo ante el espejo(3) de su habitación mientras se desnudaba. Se miró fijamente y se preguntó: - ¿Por qué no encajo?
En aquel instante, vió como lentamente se iba formando una figura en el espejo. Miró a sus espaldas pero no había nadie. Volvió a mirarse al espejo, y observó en su total esplendor, un ángel (4) que le sonreía. Era un ángel como aquellos que se ven en los cuentos con una túnica blanca y alas muy grandes.
A pesar de sentir algo de miedo, la imágen del ángel le transmitía que podía estar tranquilo y le preguntó: - ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? ¿Estoy soñando? -El ángel le miró y le dijo. -No temas. Vengo a ayudarte.
Kai pensaba que se estaba volviendo loco y por un momento pensó en gritar pero no le salía ni un hilo de voz. Una vez más el ángel le habló y le dijo: - Soy tu ángel de la guarda y te llevo escuchando durante mucho tiempo. Sé que estás muy triste y vengo a ayudarte.
Kai se sentó de piernas cruzadas delante del espejo y hablaron durante horas hasta que se quedó dormido sobre el suelo.
A la mañana siguiente Kai se despertó con el canto de un gallo. Abrió los ojos y lo primero que vió, fue un gran cielo azul.
-¿Mamá? - Dijo Kai aturdido.
- ¿Qué mamá ni qué ocho cuartos? ¡Estás en el prado de nunca jamás! - Le contestó un niño un tanto extraño vestido con un traje verde (5) y con el pelo del color de las zanahorias. Kai, no entendía nada de lo que estaba ocurriendo. El niño de verde le dió una colleja. - Soy Peter y mamá, no está. ¡Venga levántate! que si has llegado hasta aquí, es porque el ángel te ha elegido.
Kai creía estar soñando y comenzó a pellizcarse a sí mismo para ver si era real o no. El niño de verde, que era muy avispado, se dió cuenta de lo que estaba ocurriendo y le soltó otra colleja:
- ¡Que no es un sueño! Estás aquí conmigo en este lugar mágico donde los deseos se hacen realidad (6) pero no será fácil. -Kai se frotaba el cuello con cara de confusión mientras que Peter señalaba una nube y le daba un codazo.- ¡Mira, ahí viene el ángel!
Los dos niños miraban al cielo con la boca abierta viendo como un rayo de luz azul les iluminaba. De pronto se escuchó:
- Debes seguir el camino del arco iris. Todo aquel que te acompañe hasta el final del camino, conseguirá cumplir su deseo más profundo.
- ¿Qué deseo? - preguntó Kai.
- De eso se trata. A través de este viaje, descubrirás tu verdad. -Dicho esto, la nube se desvaneció en el cielo azul.
- ¡Venga vamos! Me aburro mucho como para dejarte solo. Ahí delante comienza el camino del arco iris. -Dijo Peter levantando los hombros.
Kai no dejaba de pensar en todo lo que estaba ocurriendo. ¿Cuál sería ese deseo del que hablaba el ángel? Mientras caminaban, Kai quería preguntarle a su nuevo amigo por qué le acompañaba. Y como si aquel niño le hubiese leído la mente dijo:
-¿Sabes? Mi deseo es tener una familia. Desde que tengo memoria, vivo aquí.
Antes de que Kai le pudiese responder vieron a un lado del camino a un niño con una varita y una capa pronunciando unas palabras extrañas y al pronunciar la última palabra, salió de su varita mágica un rayo que prendió fuego a la rama de un árbol. Kai y Peter fueron corriendo a ayudarle para apagar el fuego. El niño los miró y se puso a llorar.
- ¡Así nunca conseguiré ser un gran mago y mientras tanto, estoy atrapado aquí!
- ¿Por qué no vienes con nosotros? - le dijo Kai - Si nos acompañas, ¡tu deseo se cumplirá! Por cierto. Nosotros somos Peter y Kai. ¿Tú cómo te llamas?
- ¡Si! ¡Si ¡Sí, muchas gracias! - dijo el niño mientras asentía con la cabeza - Me llamo Harry.
Así fue como los tres niños siguieron el camino mientras se reían y se conocían. Al llegar la noche, se detuvieron para descansar. Harry se levantó y sacó su varita.
- Estoy seguro que ahora va a funcionar. ¡Sim saladin, como huele el calsetín!
Señaló a una piedra con la intención de que apareciese un pastel de chocolate, pero, lo que consiguió fue que apareciese una señora muy mayor encorvada, con una gran verruga sobre su nariz.(7) Aquella anciana, sacó de su manga una deliciosa manzana roja y les preguntó con una voz tenebrosa:
¿Tenéis hambre? Tomad esta rica manzana - dijo la anciana mientras se les acercaba.
¡Uy no! ¡Yo te conozco! ¡Eres Grimhilde, la bruja malvada! - dijo Kai, pero antes de que terminase la frase, Peter ya le había dado un gran mordisco.
¡Nooooooooo! - gritaron Harry y Kai a la vez.
Pero a Peter no le sucedió nada y siguió comiéndose aquella dulce manzana. Grimhilde se sentó sobre una piedra y se puso a llorar desconsoladamente.
- Pero, ¿por qué lloras señora? Se supone que tu eres una bruja mala. - Dijo Kai.
- Lloro porque he perdido mi magia. ¡Quiero volver a mi reino y no sé cómo!
Harry, que era un niño muy bondadoso, se acercó a ella y le dijo:
- Señora. Puedes acompañarnos pero solo si te conviertes en una bruja buena. Si quieres, puedo intentar hacerte un pequeño hechizo y así ayudarte con la transformación.
Grimhilde, le miró y aceptó. Harry sacó su varita mágica y al pronunciar las palabras mágicas, la bruja mala se transformó en una bruja buena. Así fue como Grimhilde se unió al grupo con el propósito de dejar toda su maldad a un lado. Aquella noche, durmieron los cuatro juntos bajo un cielo estrellado y una luna llena.
Con los primeros rayos del sol, los cuatro amigos se despertaron con el sonido de un pájaro carpintero taladrando algo. Decidieron, todavía medio dormidos, acercarse para observar a aquel animal tan singular. El primero en llegar fue Peter y bajo su asombro, vió que éste pajarillo estaba taladrando un niño de madera. (8)
- ¡Socorro Socoroooooooo! ¡Que alguien me ayude por favoooor! - Peter, rápidamente espantó al ave con su sombrero rescatando a aquel personaje extraño.
- Muchas gracias por haberme salvado. Estoy buscando el camino de regreso a casa.
- Pero qué haces aquí? -le preguntó Harry.
- Desobedecí a mi padre, confié en unos desconocidos y ahora me encuentro perdido. Nunca más le volveré a decepcionar. ¡Lo juro! - Decía entre sollozos.
- Bueno, no te preocupes - exclamó Grimhilde - puedes acompañarnos en nuestro viaje. Vamos de camino al encuentro de nuestro mayor deseo.
Los cinco amigos siguieron su camino mientras entonaban una canción (9) bajo un sol cálido rodeados de una multitud de árboles y flores coloridas que encontraban a su paso.
Al atardecer, llegaron a un pequeño pueblo donde parece ser que se celebraba el cumpleaños de una princesa. En el centro de la plaza había mucha gente bebiendo, comiendo y cantando. De pronto se les presentó una chica joven, de larga melena rubia (10) que bailaba alegremente.
- ¡Hola, soy la princesa! Sentiros bienvenidos. Estamos celebrando mi cumpleaños. ¡Hay disfraces, música, comida y bebida! ¡Divertiros! -dijo la joven con una sonrisa.
Peter y Harry fueron a comer, Grimhilde y el niño de madera se fueron con la rubia a mover el esqueleto. Kai, vió cómo la gente reía a carcajadas mientras se paseaban vestidos de la manera más extravagante. Resaltaban los colores, la purpurina y un sinfín de accesorios estrafalarios. Se le abrieron los ojos de fascinación de ver tanto color y libertad. Sacó de un baúl un vestido de volantes azul recubierto de lentejuelas y se lo puso. En ese instante, sintió que se estaba liberando. Kai bailó junto a aquella gente y sus nuevos amigos durante toda la noche.
A la mañana siguiente, la rubia les despertó con un suculento desayuno.
-Mis queridos amigos, he de deciros que os estaba esperando. El ángel me habló sobre vuestra llegada. Ahora, debéis cruzar el espejo mágico que conduce al reino de hielo.
Dicho esto, la rubia, corrió la tela aterciopelada que cubría el espejo, y dijo:
- Cuando paséis al otro lado, debéis llegar al palacio de hielo (11) y preguntar por el Gran Rey.
La rubia les dió ropa de abrigo para protegerse del frío ya que debían entrar al mundo helado. Mientras se preparaban para emprender esta nueva aventura, Harry preguntó a Kai.
- Kai, ¿por qué no te has quitado el vestido?
- Porque me gusta y me siento muy cómodo con él - dijo Kai sonriendo.
- Pues estás muy guapo y te queda ideal. ¡Ese color te favorece mucho! - dijo Peter.
- ¡Venga! Debéis daros prisa - interrumpió la rubia.
Los cinco amigos se dieron la mano, contaron hasta 3 y cruzaron el espejo mágico. Al atravesarlo, sintieron un viento frío y gélido. Había mucha nieve y casi no podían caminar. A los pocos pasos, se detuvieron bajo un árbol y allí sobre sus cabezas, descansaba un cuervo negro (12) como el carbón. Éste se despertó muy enfadado y les gritó:
- ¡Si que habeis tardado! ¡Poco más y me convierto en una estatua de hielo! - dijo aquel animal con voz estruendosa y aguda - Ya llegamos tarde. ¡Seguidme!
El sol caía y la niebla comenzó a disiparse. Ante sus ojos, apareció el palacio helado. Llegaron hasta la entrada y las puertas se abrieron mágicamente. Atravesando el largo hall, sonaba una canción, (13) y allí al final, se encontraba un gran majestuoso León.
- Perdone que hayamos entrado al palacio sin su permiso, estamos buscando al Gran Rey, nos envía el ángel - dijo Kai con voz temblorosa.
- Si, os estaba esperando. - dicho esto, los cinco amigos le hicieron una reverencia - No hay tiempo para esto. Ya sé por qué estáis aquí, quereis que cumpla vuestro mayor deseo.
-Peter, ya tienes una familia, ¿o no recuerdas a los niños perdidos?
- Harry, ya eres el mejor mago del mundo, tienes millones de fans.
-Grimhilde, ya eres una buena reina, lo has demostrado con tus actos.
-Niño de madera has aprendido la lección, al volver a casa, serás un niño de verdad.
- ¿Keila verdad? Ya sabes quien eres. No dejes que nadie nunca te diga lo contrario.
El Gran Rey les sonrió y les dijo - Es hora de que volváis a casa.
Al salir del palacio, se levantó una fuerte ventisca, tan fuerte que no conseguían verse las caras. Intentaron darse las manos para no separarse pero fue imposible. Comenzaron a dar vueltas y vueltas y más vueltas hasta desaparecer en la blanca nieve.
Keila seguía dormida cuando escuchó que su madre la llamaba.
-¡Venga! ¡Qué llegas tarde! - Keila, aturdida, se levantó y mirándose al espejo, observó que llevaba puesto el vestido azul.
- Después de todo, va a ser que no ha sido un sueño, pensó Keila al mirar su reflejo.
FIN
Intertextualidades
Carmen Martín Gaite, (2006). La Reina de las Nieves. Kai y Leonardo (protagonista de ésta) donde a ambos se les hiela el corazón. (1)
Martin. G. R.R, (1996). Canción de hielo y fuego. “Winter is coming” Aquí señalamos desde la magia, los siete reinos como los siete capítulos de nuestra obra literaria, pasando por la elección entre el bien y el mal. (2)
Rowling. J, (1997). Harry Potter y la piedra filosofal. Los espejos (Espejo de Oesed), la magia, las brujas, la diferenciación entre el bien y el mal, los animales que hablan y el valor de la amistad. (3)
Evangelio de San Lucas, 22:43. La Biblia. De este versículo de la Biblia, se aprecia la intertextualidad como la aparición y protección de los ángeles. (4)
Barrie. J.M, (1911). Peter Pan y Wendy. La magia, la dificultad y complejidad del paso de la infancia a la edad adulta y los niños que se alejan de sus hogares. (5)
Película: Fleming. V, (1939). El mago de Oz. Metro-Goldwyn Meyer. En este elemento podemos destacar como intertextualidad la amistad, las brujas, y el estar alejados del hogar. (6)
Película: Stromberg. Robert, (2014). Maléfica. Walt Disney. Aquí destacamos la magia y la presencia de una bruja mala. (7)
Película:Ferguson. N, (1940). Pinocho. Walt Disney Productions. Aquí destacamos la magia y el error al confiar en personas desconocidas. (8)
Audio: Soler. Pastora, (2001). Corazón congelado. Una metáfora sobre el estado del corazón de Kai. (9)
Película: Greno. Nathan, (2011). Enredados. Walt Disney Pictures. La magia de cuando le peina el cabello mientras le canta una canción al igual que en La Reina de las Nieves, Gerda se encuentra con una señora que le peina el cabello para que se olvide de su amigo Kai. (11)
Lewis. C.S, (1950). El león, la bruja y el armario. Kai como Edmund, olvidan a sus seres queridos y bajo el hechizo de la bruja, se convierten en peores personas. Los inviernos eternos y los animales que se comunican con personas. (12)
Kingfisher. T, (2016). El cuervo y el reno (The Raven and the Reindeer). Un cuervo parlante para conseguir encontrar a su amigo retenido por la Reina de las Nieves.
Audio: Madonna, (1998). Frozen. Otra metáfora de corazón helado como el de Kai. (13)
Finalmente, os dejamos una entrevista realizada al autor Hans Christian Andersen y a los protagonistas de la obra literaria original: https://youtu.be/5TbTiLyseHg
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