RELATO LITERARIO
HOY NO ES EL DÍA
El jardín estaba completamente nevado. Era una fría tarde de invierno y Blanca escuchaba nostálgica “Tu jardín con enanitos” de Melendi, mirando por la ventana como caían sin cesar los copos de nieve. No sabía qué hacer ya. Había intentado empezar Harry Potter y la Piedra Filosofal por tercera vez ese día. Se lo habían regalado estas navidades y tenía muchas ganas de hacerlo, pero no podía. Le era imposible concentrarse. Decidió bajar a prepararse un chocolate caliente, pero cómo no, ahí estaba su hermano pequeño con la televisión a todo volumen viendo la estúpida película de Gnomeo y Julieta por vigésimo quinta vez en esas vacaciones. Qué hartura. No le veía la gracia a esa versión tan ridícula de la obra de Shakespeare. En fin, cosas de críos.
Iba pensando con qué galletas acompañar su chocolate caliente cuando de repente su madre entró por la puerta llorando. Nada más verla no pudo evitar mirar la camiseta que llevaba puesta No. Otra vez no. Se había vuelto a poner su camiseta favorita de Stradivarius . Esa de los siete enanitos tan mona que se puso de moda la temporada pasada. Qué dichosa manía con cogerle la ropa para parecer más juvenil. Decidió que hablaría seriamente con ella más tarde sobre ese tema y le preguntó qué había pasado para estar tan angustiada. “Estaba en el Ikea y se me ha caído un espejo a los pies, rompiéndose en mil pedazos. ¿Acaso no sabes lo que significa Blanca?” Sí, claro que lo sabía. Su madre era la mujer más supersticiosa del mundo y sabía que se pasaría el resto de las vacaciones angustiada por los siete años de mala suerte que esperaba tener por consecuencia de su torpeza. Ni tan siquiera se dignó a responderle, se fue a la cocina y cogió una manzana para merendar. Definitivamente aquél no era su día.
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